El fin de semana de San Valentín, los mayores teníamos preparada una convivencia en Barasona. Serían tres días de reunión, formación, juegos, encontrarnos, planificar el resto del curso... Un fin de semana intenso que nos resume Oscar. ¡¡No te pierdas su crónica y las fotos!!
Llevábamos varias semanas sin vernos, pero el calendario nos había marcado esta fecha para que mayores y monitores disfrutáramos de un fin de semana en familia. Comenzamos calentando motores con varios juegos de presentación y pronto se hizo la hora de cenar. Por la noche, en diferentes bandos luchamos por conseguir todas las misiones del juego de monte que había preparado.
La mañana del sábado venía cargada, los chavales tenían una entretenida formación con Mariajo y los monis teníamos temas importantes a tratar sobre las próximas colonias de verano, donde el tema de este promete y mucho.
Después de comer (que por cierto estaba rica, rica), fuimos a hacer unas partidas de Paintball, a las que también acudieron varios padres de los chavales y algún que otro profesor de salesianos. Nos lo pasamos muy bien aunque acabamos con algún que otro moratón. A la vuelta a la casa, fue tiempo de la eucaristía.
Por la noche, realizamos una buena velada donde competíamos monitores y chavales por ganar las diferentes pruebas que había que pasar. Y a dormir, que el domingo por la mañana nos esperaba una expedición a una ermita en ruinas a la que hacía pocos días que habían abierto senda para llegar a ella y queríamos ser de los primeros en visitarla.
Cuando nos dimos cuenta, ya estábamos de vuelta a nuestras casas, habíamos pasado un genial finde en Barasona.
Oscar Forradellas
